El cólico del lactante es un espasmo de la musculatura del sistema digestivo que se produce por múltiples causas: gases, reflujo, estreñimiento…
Los bebés que sufren cólicos son niños que suelen tener una hora fija, más o menos, en la que empiezan a estar molestos, sobre la tarde/noche. La inmadurez del sistema digestivo es la principal causa de estos espasmos, algo que ya os explicamos en este artículo.
Cuando los papás llegan a la consulta con los bebés siempre les doy una hoja con pautas que podemos llevar a cabo para intentar aliviar al bebé cuando está con el lloro desconsolado:
-La primera cosa que les aconsejo es que no masajeen la tripa del bebé en el momento del llanto, porque los irrita y aumentamos su molestia.
-Si colocamos al bebé un poco de calor en la tripita, bien sea, contacto con la tripa de la madre/padre o un saquito de hiervas que calentamos en el microondas, puede notar alivio.
-Si el bebé toma pecho, ponerlo a mamar, en muchas ocasiones nos puede resultar efectivo, ya que el reflejo de succión puede normalizar las tensiones a nivel digestivo. Si el bebé esta con leche artificial, podemos estimular el reflejo de succión con nuestro dedo meñique, dirigimos la yema del dedo al paladar del pequeño y lo estimulamos un poquito con ligeros movimientos, enseguida veremos como el bebé empieza a succionar.
-Si los papás hacen porteo, podemos hacer este contacto tripa con tripa dentro de la mochilita, y al caminar, puede ayudarnos a que se relaje.
-Otro recurso puede ser llenar la bañera con agua y sumergirlo en agua caliente. El calor es un gran aliado para el dolor, y el efecto de relajación en el agua puede ayudarnos también a que se calme.
-Existen también algunas posturas que pueden hacer que el bebé se sienta mejor. Podemos sentarnos y colocar al bebé boca abajo con su tripa en contacto con nuestras piernas (aquí, si podemos dar un ligero masaje en la espalda del niño). Si estamos de pie, lo mejor será coger al bebé también boca abajo con un mano sujetamos la tripa del bebé y su cuerpecito reposa sobre nuestro antebrazo, con la otra mano podemos intentar encogerle las piernas. Esa posición de encogimiento le puede aliviar.
Ante un cólico lo principal, aunque a veces más difícil, es intentar mantener la calma, ya que los bebés son esponjas que absorben cualquier sentimiento de sus papás. Saber que el llanto pasará y que existen profesionales que pueden ayudaros.
Desde la fisioterapia pediátrica se trata el cólico con resultados muy buenos. En el tratamiento que realizamos tanto en Fisio Mamá (Cantabria) como en Fisiobebé (Ourense), las técnicas son indoloras y el bebé las agradece desde la primera sesión.